Que el achaparramiento del maíz no se le convierta en una pesadilla
El achaparramiento del maíz es una enfermedad que se
ha convertido en la principal limitante sanitaria de este importante cultivo,
tanto para la producción de grano, como de silo, afectando el rendimiento
promedio en cosecha, desde un 20% (infecciones tardías), hasta en un 90% (altas
infestaciones).
Es causada por los patógenos: Fitoplasma del
achaparramiento arbustivo del maíz (Candidatus Phytoplasma asteris) y
Espiroplasma del enanismo arbustivo del maíz (Spiroplasma kunkelii), los cuales
son trasmitidos a las plantas por medio del saltahojas Dalbulus maidis,
quien es su vector. También se le conoce como la chicharrita del maíz.
Este insecto chupador se alimenta a través de las
plantas introduciendo su estilete (aparato bucal de tipo piconsuctor que los
insectos utilizan para perforar los tejidos vegetales y alimentarse de la
savia) y solo completa su ciclo reproductivo en la planta del maíz.
Algunas alternativas para su control incluyen: respetar
las fechas de siembra para cada región, tratar la semilla frente a insectos
chupadores, establecer trampas amarillas en los bordes del lote al momento de
la preparación del terreno a sembrar, monitorear las condiciones climáticas y
hacer rotación de cultivo, entre otras.
Conozca más sobre esta enfermedad y el Dalbulus
maidis, insecto vector de los patógenos fitoplasma y espiroplasma,
en la cartilla sobre el achaparramiento del maíz y, no permita que esta arruine
sus cosechas por no estar bien informado.
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Complejo del achaparramiento del maíz
El complejo de achaparramiento del maíz es un conjunto
de enfermedades causada por la infección de dos bacterias mollicutes y/o un
virus. El complejo de la enfermedad podría desarrollarse por la infección de
uno o más de estos patógenos. Afecta a la planta de maíz vía floema,
interrumpiendo el flujo de fotoasimilados, resultando en plantas achaparradas.
Actualmente, es la principal limitante sanitaria para este cultivo en Colombia.
Esta enfermedad puede reducir los rendimientos hasta en un 90% en casos de alta
infestación y transmisión temprana.
Los síntomas dependen del patógeno predominante y del
momento de infección, pero los más comunes son:
•Reducción del porte de la planta, entrenudos cortos
(enanismo o achaparramiento)
•Banda roja o clorosis en el borde de las hojas color
rojizo.
•Malformación de mazorcas, que pueden ser pequeñas,
deformes o sin grano.
•Proliferación de brotes laterales (aspecto arbustivo)
o plantas multiespigas.
El achaparramiento es causado por varios patógenos que
afectan el sistema vascular del maíz:
– Bacterias Mollicutes:
•Fitoplasma del enanismo arbustivo del maíz (Candidatus
Phytoplasma asteris)
•Espiroplasma del achaparramiento del maíz (Spiroplasma
kunkelii)
– Virus:
•Virus del rayado fino del maíz (Mayze rayado fino
virus)
La infección de estos patógenos es transmitida por un
mismo vector, el insecto Dalbulus maidis, conocido comúnmente como la
chicharrita del maíz.
El Dalbulus maidis es un insecto chupador de la
familia Cicadellidae, de pequeño tamaño (2,5 a 3 mm), color amarillo
pálido, con ojos rojizos y dos marcas como ocelos en la parte frontal de su
cabeza; y alas transparentes.
Su aparato bucal es de tipo chupador, mediante el cual
perfora los tejidos de la planta y se alimenta de la savia del floema,
inyectando a su vez los patógenos durante su alimentación.



Ciclo biológico:
•El insecto solo es capaz de completar su ciclo de vida únicamente sobre plantas de maíz.
•Deposita los huevos en el envés de las hojas.
•Las ninfas se desarrollan en el mismo cultivo, y los adultos alados migran hacia nuevos lotes.
•Podrían migrar a otras especies de plantas hospederas, pero para completar su ciclo necesitan del maíz.
•En condiciones cálidas y secas (25 ~ 30°C), el ciclo puede completarse en menos de 30 días, permitiendo varias generaciones por ciclo del cultivo.
Estrategias integradas de manejo:
No existen materiales completamente resistentes a los patógenos o al vector, por lo que el manejo debe ser preventivo e integrado. Considere:
1.Respetar las fechas óptimas de siembra para cada región y evitar siembras escalonadas.
2.Tratar la semilla con insecticidas sistémicos previos a la siembra, para reducir el ataque inicial.
3.Instalar trampas amarillas en los bordes del lote desde la preparación del terreno, para monitorear la presencia del vector.
4.Monitorear semanalmente la población de Dalbulus maidis mediante observación directa.
5.Evitar la presencia de plantas voluntarias (guachas) que sirvan de hospedero entre siembras.
6.Manejo integrado de arvenses o plantas acompañantes o malezas.
7.Aplicación y uso racional de insumos agrícolas para la protección de cultivos; de origen biológico o síntesis química. Rotación de los ingredientes activos para evitar resistencias por parte del insecto.
8.Aplicar en función de los monitoreos y al umbral de acción establecido para el insecto vector; el umbral de acción debe ser a poblaciones superiores a 0,7 individuos de Dalbulus por planta.
9.Rotar cultivos con especies no hospedantes (soya, fríjol)
10.Elaborar un registro climático y sanitario para correlacionar condiciones favorables (altas temperaturas, baja humedad) con incrementos poblacionales del vector.
Metodología para Monitoreo de Observación directa de Dalbulus maidis:
•Se toman puntos ubicados espacialmente con georreferenciación con sus respectivas coordenadas distribuidos a distancias equidistante entre sí y en los bordes de los lotes o finca a monitorear.
•Cada punto ubicado corresponde a 10 plantas de maíz dispuestas de manera lineal.
•Para áreas inferiores a 3 Hectáreas se tomarán 10 puntos de 10 plantas para un total de 100 plantas evaluadas.
•Para áreas superiores a 3 Hectáreas se tomarán 30 puntos de 10 plantas para un total de 300 plantas evaluadas.
•Se deben contar y anotar el número total de adultos del insecto Dalbulus maidis encontrados en las 10 plantas en cada uno de los puntos.
•Para determinar el umbral de acción se debe dividir el total de insectos encontrados de Dalbulus maidis entre el número total de plantas evaluadas. Ejemplo: 70 insectos / 100 plantas = 0,7. Lo que nos indica en este caso que debemos aplicar para controlar las poblaciones.
